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Descubriendo los factores que marcan la diferencia en una web

Que no te vendan humo

Es posible que hayas leído varios artículos, posts o blogs en los que te cuentan las 7 formas de hacer una página web bonita, los 5 colores que no debes usar en tu web o las 14 mejores ideas para que tu web venda más. 

Mucha palabrería, quizás con algo interesante cada 87 líneas, pero desde luego poco eficiente. 

En esta primera parte de tu formación del Curso de Optimización Web seremos breves pero concisos. Abordaremos todos los puntos necesarios para que tengas una idea general pero clara de los factores que hacen que una web sea óptima: una carga rápida, buena navegabilidad, optimizada para buscadores…

¿Por qué queremos una web optimizada?

En primer lugar para reducir al máximo la tasa de rebote. La tasa de rebote es el porcentaje de usuarios que visitan una web y salen de ella habiendo realizado tan solo la visualización de una página. 

Para páginas web que tardan menos de 2 segundos en cargar, el porcentaje de rebote es del 9%. Una web que tarda 5 segundos en cargar llega a alcanzar una tasa de rebote del 38%.

Los números exactos no son importantes. Lo importante es darnos cuenta de que hay una relación directa entre el tiempo que tarda una web en cargar y la tasa de rebote.

Ni que decir tiene que una alta tasa de rebote implica menos usuarios navegando en nuestra web y por tanto clientes potenciales que se esfuman. Con todo el trabajo y dinero que cuesta llevar a un usuario a nuestra web, no parece algo muy recomendable.

El segundo motivo para querer una web bien optimizada deriva del primero: a mejor optimización, mejor usabilidad y más tiempo medio que un usuario pasa en nuestra web. No ahondaremos en el tema porque se nos haría largo, pero la idea está clara.

La tercera razón para tener una web bien optimizada es quizás la más importante: para caerle bien a Google.

El 95% de los internautas españoles usa Google como buscador principal. En el móvil la cifra asciende al 99%. En latinoamérica las cifras son similares.

Google es quién decide si tu web aparece en las primeras páginas de búsquedas o no. Estar bien posicionado en el buscador de Google significa una fuente asegurada de usuarios conociendo tu negocio. Los resultados de la primera página de Google acaparan un 91,5% de los clics. Los resultados de la segunda página el 4,8%. Los de la tercera un 1,1%. A partir de ahí la cosa sigue bajando. 

En definitiva, caerle bien a Google es una buena noticia. Una buena web a ojos de Google tiene una baja tasa de rebote, como veremos más adelante. 

La importancia de un buen hosting o servidor

Conviene empezar explicando qué es el hosting o servidor. Para entenderlo de forma simple, el hosting es el ordenador en el que se aloja toda la información que contiene una página web. 

Es decir, cuando alquilamos un hosting, lo que estamos haciendo es contratar un pequeño espacio en la memoria de un ordenador desde el cual se envía la información a cualquier usuario que intente entrar en nuestra web.

Como cualquier otro ordenador, este puede funcionar más rápido o más despacio. Esto influye directamente en la velocidad de carga de una web.

Hay servidores muy lentos, que tardan mucho en enviar la información al usuario que la solicita y por tanto perjudica mucho la velocidad de carga. Estos servidores además pueden colapsar cuando muchos usuarios entran a la vez en nuestra web. Podemos hacer todo nuestro trabajo bien, que si tenemos un servidor malo, parte de nuestro trabajo se irá por la borda.

Para evitar estos problemas hay una serie de características de los servidores que deberemos controlar:

  1. La memoria RAM: hablando en castellano, de la memoria RAM depende el número máximo de usuarios que pueden navegar por tu web de forma óptima al mismo tiempo. A menor memoria RAM, la experiencia de usuario empeora. En un caso extremo puede llegar a hacer caer el servidor. Dependiendo de tu volumen de visitas puedes necesitar desde 3 GB hasta incluso 16GB o más.
  2. Procesador: podríamos decir que es el factor que marca la diferencia entre una velocidad de carga web rápida y una lenta (siempre que no agotemos la RAM). Intel Xeon o AMD Opteron son buenos procesadores para web
  3. Seguridad: tener copias de seguridad automáticas es un factor que debes tener en cuenta sí o sí. En caso de que haya cualquier problema te salvará los muebles.
  4. Sistema de alimentación ininterrumpida: en caso de que haya un corte de luz, este sistema proporciona energía a tu servidor de forma temporal.

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